Fragata Lynch: cómo es el buque de los marinos voyeuristas

La fragata Almirante Lynch es un buque usado que en 2007 a la Armada le compró a la Royal Navy -su primer nombre fue HMS Grafton- dentro de un paquete por US$350 millones. Tiene 133 metros de largo (eslora) y 16,1 metros de ancho (manga) y dentro de ella hay 220 tripulantes.

Hoy la Dirección de Comunicaciones de Armada declinó confirmar quién era el capitán al momento del espionaje al dormitorio de las mujeres ideado, presuntamente por un marino que mandó a comprar cámaras a China.

Según la página web de la Armada, Pedro Arentzen Morales era el capitán. Acaba de ser nombrado director de la Escuela Naval, de acuerdo con la web de esta unidad académica publicada el 27 de diciembre pasado.

La misión más recordada de la Lynch ocurrió en 2011, cuando concurrió a Robinson Crusoe para buscar los restos del avión Casa 212 donde fallecieron 21 personas, entre ellas el empresario Felipe Cubillos y el conductor de TV Felipe Camiroaga. En esa época su capitán era Rodrigo Vega. En ella pernoctó el entonces ministro de Defensa, Andrés Allamand, mientras se efectuaba el rastreo en torno a Juan Fernández.

La fragata tiene ocho misiles de superficie Harpoon y cuatro tubos lanzatorpedo. También tiene una autonomía de tres semanas en alta mar. Para ello posee una planta de osmosis inversa que suministra 25 mil litros diarios de agua dulce obtenida del mar. Ha participado en los ejercicios RIMPAC en el Pácifico, que lidera la US Navy.

Para el analista Guillermo Holzmann lo que sucedió «es una alerta para las medidas de protección para la fragata, en términos de que algún tripulante pueda instalar ese tipo de dispositivos sin que sea detectado por los sistemas de control que tienen este tipo de buques». Asimismo, dijo, que esto implica «la posibilidad de que agentes externos, ya sea sobornando o ingresando a los buques, puedan hacer hecho exactamente lo mismo, porque si bien este sistema de vigilancia estaba orientados hacia un acto voyeurista perfectamente podría orientarse a otras partes del buque, donde está el mando y control, que son el corazón del buque».

Jorge Arancibia «Hace 20 años el país era distinto»

Ayer el ex comandante en jefe de la Armada, Jorge Arancibia, dijo que un incidente sexual era previsible y recordó que él se opuso al ingreso de mujeres a la institución, generando una nueva polémica en torno hecho. Hoy explica que «hace 20 años la Armada era la única institución que no habia incorporado a la mujer a su servicio en las líneas de combate y en las escuelas. El país era distinto, pero existía una presión real: se acercaban autoridades y me decían `¿Y la Armada cuándo?´. Respondía que no estábamos preparados por infraestructura y no podíamos improvisar».

«Pero estábamos en eso. Sostuve reuniones con comandantes en jefes de otras armadas para ver pros, contras y costos (…) Luego se hizo una incorporación de la mujer bien hecha. Lo que sucedió ahora es grave y debe ser sancionado. Pero es una institución de 26 mil personas; no se puede evitar que a alguien le pele el alambre».

El ex comandante en jefe Miguel Angel Vergara añadió que en su tiempo se hicieron » análisis internacionales comparativos» para minimizar los riesgos de sufrir situaciones como la vivida. «Lamento lo que sucedió y la marina lo enfrentará con sus sistemas disciplinario», dijo.

 

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